Hablemos del arte del maridaje en cuanto al aceite de oliva virgen extra se refiere. Y es que si nos vamos a la RAE, esta define al maridaje como: “unión, analogía o conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí”, por lo que con dicha definición ya nos podemos aventurar a algo: sí, el maridaje es un auténtico arte.
Basándonos en el libro “Manual de cata y maridaje del aceite de oliva” de los autores Mariano Uceda, Maria Paz Aguilera e Isabel Mazzucchelli, queremos dar unas pinceladas de lo que el maridaje es y supone en su esencia.
Solemos pensar a menudo que las cosas se relacionan de manera inequívoca de forma que A se corresponde con B, C con D y así sucesivamente. Pero la realidad es que en el arte del maridaje del aceite de oliva virgen extra las cosas no funcionan así. El cocinero es quién decide qué sabor, y qué aroma quiere que acompañe y equilibre su plato. Las variedades nos pueden dar notas de cata y cierta orientación, pero en la práctica vemos que no debemos guiarnos por las variedades, sino por sus atributos sensoriales. Podemos encontrarnos que una variedad no encaja con nuestro plato porque su expresión depende de muchos factores como el grado de madurez, su momento de recolección, etc.
Así, de acuerdo a estos atributos sensoriales, podemos encontrar aceites de oliva virgen extra con las diferentes características: frutados delicados, frutados ligeros dulces, frutados medios delicados, frutados medios amargos y frutados complejos armónicos y frutados complejos amargos. En función de estas podemos ir jugando y encajando conforme al resultado deseado en nuestro plato.
También es importante tener en cuenta que cuando hablamos de maridaje en cuanto al aceite de oliva virgen extra, lo hacemos en un sentido amplio, tanto de incorporarlo en la elaboración del plato en cocina como de agregarlo como condimento una vez ya preparado éste. Por tanto, podemos decir que maridamos tanto en cocina como en mesa.
Hojiblanca 555 para un Curry Verde de Langostinos.
El curry verde de langostinos es una delicia tailandesa que combina sabores vibrantes y picantes. Para realzar esta explosión de sabores, el aceite de oliva virgen extra hojiblanca es la elección perfecta. Su sabor afrutado y ligero, con notas de hierba fresca y almendras, se armoniza a la perfección con los ingredientes del curry verde, como el cilantro, la lima y el chile. La suavidad de la hojiblanca agrega una capa de untuosidad al curry, sin opacar los sabores. Además, su equilibrio en amargura aporta un contrapunto sutil a la calidez del plato, creando una experiencia gastronómica armoniosa y agradable.
Picual 555 para Setas con Hierbas Aromáticas
La combinación de setas frescas y hierbas aromáticas es un bocado que celebra la simplicidad y la riqueza de la naturaleza. Para destacar los sabores de este plato, el aceite de oliva virgen extra picual es la elección evidente. Con su sabor robusto y un toque picante, el picual complementa perfectamente las setas, resaltando sus matices naturales y aportando un toque de carácter. Las hierbas aromáticas, como el romero y el tomillo, encuentran en este aceite un aliado, ya que potencia su frescura y aroma. Al añadir picual a las setas con hierbas aromáticas, se logra una combinación que equilibra a la perfección la tierra y el campo, creando una sinfonía de sabores en el plato.
Arbequina 555 para Espeto de Sardinas a sus Brasas
Nada evoca el encanto de la costa mediterránea como un espeto de sardinas a la brasa. Este plato sencillo pero delicioso, que rinde homenaje a la tradición marinera, se ve enriquecido por el aceite de oliva virgen extra arbequina. Este aceite, con sus notas de manzana y almendra, aporta una dulzura y suavidad excepcionales al pescado, realzando su sabor natural sin restar protagonismo a las sardinas. La arbequina también imparte un toque afrutado y fresco que equilibra la intensidad de la brasa, creando un contraste que hace que cada bocado sea una experiencia memorable.
Y dicho esto, te invitamos a probar, experimentar y descubrir esos maridajes que nunca creías que irían de la mano. Siente tu plato como un lienzo en blanco y como dice el libro que te hemos citado anteriormente, encuentra la Piedra Filosofal que en este caso sería el perfecto equilibrio entre sabores y aromas.
