¡Sí, has leído bien! En un mundo donde la preocupación por la sostenibilidad se vuelve primordial, el cultivo del olivo destaca como un claro ejemplo de reconocimiento ambiental. De esta manera, es como el olivar nos puede ayudar en nuestra lucha contra el cambio climático.
Ahora bien, seguro que muchos de vosotros os estáis preguntando, y, ¿por qué? Pues, tenemos que referirnos a la importancia de la biodiversidad. Durante la celebración de la COP 27 (en Egipto en noviembre de 2022) se acordó potenciar los principales sumideros de carbono, véase los océanos y bosques; y es ahí donde aparece con fuerza el olivar en general y nuestra arboleda mediterránea en particular.
Como podemos leer en una nota de prensa de AEMO, Asociación Española de Municipios del Olivo; “un olivar donde se practique un adecuado manejo supone un sumidero de carbono, o dicho de otro modo la producción de aceite de oliva virgen y aceituna de mesa, lejos de suponer una actividad productiva emisora neta de GEI, puede ser un importante sumidero de CO2 si consideramos el balance total desde el árbol hasta el lineal.”
Una encuesta realizada por el prestigioso Centro de investigaciones Pew Research Center (PRC) de Washington, en la primavera de 2022 sobre las principales preocupaciones de los habitantes del mundo, destacaba el Cambio Climático (CC). De hecho, aparece incluso en primer lugar, considerada como la mayor amenaza del planeta por más del 75% de los encuestados.
Es por eso que se buscan cada vez más soluciones para conseguir parar este desastre climático. Y, diversos estudios han demostrado que “la producción de un kilo de aceite de oliva, cuando se hace un manejo sostenible, puede secuestrar más de 10 kg de CO2.” (Fuente: AEMO, Asociación Española de Municipios del Olivo).
Nuestra principal conclusión desde Terraverne, es que nuestro olivar supone entonces un granito de arena en la lucha contra el cambio climático. Y reivindicamos la importancia del manejo sostenible en el olivar español.
